miércoles, 25 de agosto de 2010

La Cuerda Larga nocturna

Antes de nada quiero copiar un texto que resume bastante bien lo que significa la Cuerda Larga, y que para mi, un auténtico recién iniciado en este mundillo, ha supuesto una experiencia sin duda única en la vida.

Gracias Willy por convencerme para hacerla. 




"La travesía de la Cuerda Larga es quizá el recorrido más clásico del montañismo madrileño. Hasta que no la has hecho, no te dan el diploma madrileño de senderista, montañero, o como lo queramos llamar. Tiene un encanto muy especial, y nada despreciable, como es el de verse y reconocerse todo el recorrido desde la capital. Y muy especialmente en invierno, cuando la nieve hace acto de presencia.

Porque, aunque casi nadie interesado en el montañismo lo ignore, La Cuerda Larga (así se llama incluso en los mapas), es eso que en invierno nos hace decir a los madrileños algo así como "ahivaaa, como está la sierra de nieveeeee....". Eso es la Cuerda Larga, que además de clasicismo combina paisaje, diversión, esfuerzo y esa satisfacción que tenemos los gasterópodos cuando terminamos una ruta de este calibre. Esa emoción especial que te recorre el cuerpo, tan difícil de explicar para el que no practica este deporte y que es tan indefinible también para nosotros. Ese decir ¡¡lo hice!!, que te activa no sé que hormonas, y que tan relajado te deja.

Porque, si eso no existiera, ¿qué razón tendría el hacer este tipo de rutas?. Es decir, echarte casi 18 kms, 8 horas y 1200 mts de desnivel acumulado a las piernas, hollando miles de piedras dejadas al albur por los cataclismos telúricos, como con mala leche, ora con un frío de mil demonios, ora con el calor atorrante en este ramal del Guadarrama, pelado de vegetación y sin una sombra ni abrigo en todo el esforzado recorrido. Pero o somos masocas, o tenemos una pasta especial, el caso es que esta ruta hay que hacerla, al menos, una vez en la vida. Aunque si la haces, es posible que te pique el gusanillo, y la hagas varias veces, ensayando en todos los climas, en ambas direcciones y probando alternativas.

Haciendo como si no lo supiéramos, o para los que no conozcan el Sistema Central, resumiremos este recorrido diciendo que va desde el Puerto de Navacerrada hasta el Puerto de La Morcuera, siendo esta ruta la más normal, aunque claro, se puede hacer en sentido inverso. Y teniendo en cuenta que en el sentido propuesto, el mayor desnivel se da al principio."


Ya de vuelta a nuestra experiencia personal, la hicimos Willy y yo, dejando un coche en Morcuera y saliendo desde Navacerrada.

Como auténticos picados, las primeras subidas a la Bola del Mundo, Valdemarín y Cabeza de Hierro Menor, las hicimos literalmente a tope. El % medio para los 3km de Guarramillas es del 12%, por un cemento rugoso, que es lo que les espera a los ciclistas de la Vuelta a España de este año. Estoy deseando que llegue ese día para subir a verles, porque hay muchos tramos del 20% que se las traen.

Como el día en general fue muy soleado, y la noche se preveía buena, me decidí por una prenda técnica de Under Armour que es con la que corro en invierno. En cada cima, llegábamos empapados, pero al soplar bastante viento, el sudor que transpiraba perfectamente, se secaba en cuestión de segundos, así que un acierto en cuanto a indumentaria. Sólo en la parada para cenar, una vez cubierta la parte más exigente del recorrido, pasé algo de frío, pero nada serio.

Llevábamos frontales de unos 40 lumens, pero con la luna llena de esta noche, sólo los encendimos en el tramo final, así que una auténtica gozada, y un privilegio poder contemplar las vistas de las 2 vertientes, madrileña y segoviana, con absoluta claridad durante todo el trayecto.

Según Guillermo, la dificultad es baja, pero reconozco que ya al final de la marcha, con casi 6 horas subiendo y bajando riscos por la noche, lo más fácil es pisar mal y torcerte un tobillo, porque las rodillas ya van algo tocadas y los cuádriceps “calentitos.

Nos salieron 20,81 km a un ritmo medio, incluyendo la parada a cenar (28 minutos), y algún despiste al final de 3,5km/h. Hasta la parada, justo tras hollar Cabeza Hierro Mayor, íbamos a 4,1km/h con el tramo difícil superado. Sin tener en cuenta la parada, salimos a 3,9 km/h.


Como anécdota vimos un rebaño de cabras hispánicas de unos 40 ejemplares, y luego en la vuelta a casa, un corzo, un par de cochinos y varios zorros.

En resumen, que disfruté como un enano y que se me hizo cortísimo. Muy recomendable, especialmente si vas en buena compañía como fue mi caso.

3 comentarios:

Carlos dijo...

ESPECTACULAR AMIGO!!!!!!!!
ME LO APUNTO......

Anónimo dijo...

Mac, una gozada hacer ésta rutilla con un amigo como tú. Espero que sea la primera de muchas a las que te vengas, y verás cómo te enganchas casi tanto como al tri ;-)

Disfruté cada segundo del paseo!

ÁNIMO EQUIPO!!!

Willy.

Mac dijo...

Carlos, no dejes de hacer algo así alguna vez. Parece mentira que tan cerca de casa (para ti un poco más lejos), tengamos este auténtico paraiso para disfrutar.

Willy, ¿paseo? Serás cabrito!